POR: JORGE IVAN GALINDO ORTEGA
IDT:JUAN GUILLERMO CADAVID
GRUPO:59807
CAPACIDADES CONDICIONALES
POR
JORGE IVAN GALINDO ORTEGA
ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
59807
TUTOR:
JUAN GUILLERMO CADAVID
SENA
ANTIOQUIA
2011
CAPACIDADES CONDICIONALES
FUERZA: capacidad para vencer o contrarrestar una resistencia, mediante la actividad muscular.
La fuerza puede manifestarse en régimen isométrico (estático) del trabajo muscular, cuando durante la tensión no varían su longitud.
En régimen isométrico (dinámico) cuando la tensión provoca un cambio de longitud de los músculos.
En el régimen isométrico se distinguen dos variantes:
· Concéntrica: en el que la resistencia se vence con una tensión de los músculos que disminuye su longitud.
· Excéntrica: cuando se realiza una acción contraria a la resistencia, con una acción de extensión simultanea que e longa el musculo.
Cabe destacar los siguientes tipos de fuerza
v Fuerza máxima
v Fuerza resistencia
v Fuerza velocidad
1. Fuerza máxima: supone las posibilidades máximas que el deportista puede demostrar durante una contracción muscular voluntaria. Ejemplo; la halterofilia, los saltos, carrera de velocidad.
2. La fuerza velocidad: es la capacidad del sistema neuromuscular de movilizar el potencial funcional, para lograr elevados índices de fuerza en el tiempo mas breve posible. Ejemplo; carreras de velocidad, ciclismo 50 mt, patinaje de velocidad 500 mt.
3. La fuerza resistencia: es la capacidad de mantener índices de fuerza medianamente altos, durante el mayor tiempo posible; se traduce por la capacidad del deportista para vencer la fatiga.
RESISTENCIA
La resistencia es considerada como la capacidad psíquica y física que posee un deportista para vencer la fatiga.
Tipos de resistencias
1. Resistencia aeróbica: la capacidad de resistir a la fatiga en los esfuerzos de larga duración e intensidad moderada, es un trabajo que se realiza con suficiente cantidad de oxígeno.
2. La resistencia anaeróbica: es la capacidad de realizar un trabajo de intensidad máxima o sub máxima con insuficiente cantidad de oxigeno, durante un periodo de tiempo inferior a tres minutos.
La resistencia anaeróbica puede ser de dos tiempos.
a. Resistencia anaeróbica general: se refiere a la capacidad de resistir a esfuerzos de elevada intensidad con una duración inferior a 3 minutos ejemplo; carreras atléticas de 400 mt, de 800 mt.
b. Resistencia anaeróbica localizada: presenta una intensidad elevada con una duración de tiempo superior a los 3 miutos.
LA VELOCIDAD
Es el cociente entre el espacio recorrido y el tiempo empleado en recorrerlo.
Es una capacidad compleja derivada de un conjunto de propiedades funcionales (fuerza-coordinación).
Manifestaciones de la velocidad:
a. Velocidad de reacción: se refiere al tiempo que transcurre entre la presentación de los estímulos y el acto motor (rapidez de reacción).
b. Velocidad de desplazamiento: es la capacidad de realizar una trayectoria en tiempo óptimo.
FLEXIBILIDAD
Capacidad de movimiento de una articulación determinada, sin restricciones ni dolor.
Permite al deportista realizar movimientos fluidos, elegantes y relajados.
Permite reducir los riesgos de lesión.
COORDINACION
Esta determinada por la eficacia del sistema nervioso y muscular en la consecución de un objetivo.
Es la interacción, el buen comportamiento del sistema nervioso central y la musculatura del movimiento durante su ejecución.
CAPACIDADES COORDINATIVAS
Son las condiciones de manifestación que se deben dar para conseguir una ejecución. (acto motor).
Se puede distinguir tres áreas de capacidades coordinativas.
1. Acto motor: grupo que da la forma a la ejecución.
2. Percepción espacial: grupo que relaciona el movimiento de ejecución con el espacio.
3. Percepción temporal: grupo que relaciona la ejecución con el tiempo.
CAPACIDADES RESULTANTES
Agilidad: capacidad que tiene una persona para combinar acciones, constituye la capacidad compleja de la coordinación, puesto que todas las acciones combinadas estarán ejecutadas dentro del espacio correcto y el tiempo adecuado.
INICIACION DEPORTIVA
POR
JORGE IVAN GALINDO ORTEGA
59807
TEC. EN ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
SENA
2011
INICIACION DEPORTIVA
Interrogarse sobre la edad que puede ser más adecuada para que los niños y las niñas empiecen a practicar deporte conduce al planteamiento de nuevos interrogantes que es preciso contestar previamente para poder dar respuesta cabal a la cuestión inicial. En efecto, dicha cuestión carece de una única respuesta debido, entre otras cosas, a la diversidad de significados que pueden atribuirse al término «deporte» y a la variedad de propósitos a los que puede responder el aprendizaje deportivo. En este artículo se exponen algunas consideraciones al respecto, en primer lugar, desde una perspectiva general que terminará centrándose en el ámbito escolar, es decir, que se acabará vinculando la idea de iniciación deportiva a unos propósitos educativos; en segundo lugar, desde el punto de vista de la motricidad, donde se relacionarán las características del desarrollo motor de los niños y las niñas con los requerimientos técnico-tácticos de la práctica deportiva; y, por último, desde el plano de los condicionantes a que debe responder el proceso de enseñanza deportiva escolar, tanto en lo que se refiere al tipo de actividades, como a su grado de dificultad y complejidad, ofreciéndose algunas posibilidades didácticas en tal sentido.
Palabras clave: Iniciación deportiva. Edad y deporte. Etapas de aprendizaje deportivo. Objetivos de la iniciación deportiva. Especialización temprana. Motricidad deportiva. Aprendizaje deportivo y desarrollo motor. Edad y habilidades específicas. Adaptación de los deportes. Adecuación de las actividades.
Uno de los interrogantes que suelen surgir en torno al tema de la iniciación deportiva, y que con frecuencia da lugar a debates polémicos, es el que alude a la edad a la que conviene empezar la práctica deportiva. Desde mi punto de vista, la causa principal de tales polémicas suele estar en la diferencia de perspectivas desde las que se trata de dar una misma respuesta a dicha cuestión, o bien en el carácter absoluto que trata de darse a la respuesta correspondiente. Normalmente la pregunta que suele plantearse a este respecto tiende a formularse en los siguientes términos: ¿a qué edad conviene empezar la práctica deportiva?, ¿qué edad es la mejor para iniciar el aprendizaje deportivo?, o simplemente ¿cuándo se debe comenzar la iniciación deportiva?
La cuestión así planteada, como tendremos ocasión de ver más adelante, suele dar lugar a múltiples respuestas de distinto tipo, pudiendo ser válidas distintas respuestas si se tienen en cuenta los puntos de partida y las perspectivas desde las que se han emitido. A mi juicio, tal forma de plantear la cuestión, u otra similar, dificulta considerablemente la posibilidad de ofrecer una respuesta unívoca al respecto, tanto por el carácter genérico del interrogante -que induce a dar una respuesta genérica-, como porque dicho interrogante requiere, en sí mismo, ser considerado previamente desde una perspectiva conceptual y teleológica, con el propósito de establecer un marco que delimite su alcance y su sentido, y desde el que poder ofrecer respuestas adecuadas y precisas.
En efecto, si se pretende argumentar razonadamente sobre la edad adecuada para comenzar la práctica deportiva es preciso establecer previamente un marco de referencia que ofrezca algunas precisiones, al menos en lo que se refiere al «qué» de la cuestión -¿qué estamos entendiendo por iniciación deportiva?, ¿a qué tipo de práctica deportiva nos estamos refiriendo?...-, al «para qué» de la iniciación deportiva -¿para conseguir qué objetivos?, ¿qué propósitos se pretenden alcanzar con la iniciación deportiva?...-, y también al «para quién» -es decir, ¿para quién es conveniente que la iniciación o práctica deportiva comience a una edad determinada?, ¿a quién beneficia que la práctica deportiva comience a una u otra edad?...-, por indicar tres ejes que pueden ayudar a situar las coordenadas desde las que sea posible dar una respuesta válida.
A modo ilustrativo, cabe imaginarse a una persona que (se) interroga con respecto a cuál es la edad más conveniente para empezar la práctica deportiva, y que lo que pretende en realidad es saber a qué edad un niño o una niña debe empezar a practicar una única modalidad deportiva para obtener un alto rendimiento en el futuro. En este caso, una respuesta moralmente aceptable debería considerar, entre otros aspectos, los problemas que puede originar la especialización precoz y la introducción temprana de los niños y niñas en el mundo de la competición, problemas a los que se han referido, entre otros, Ruiz Pérez (1994b:124 y ss.) y Durand (1988:22,117), y que podrían ser obviados si la iniciación deportiva tuviera una finalidad diferente a que se ha indicado en el ejemplo presentado.
A este respecto, y con el propósito de establecer el sentido y alcance que se da aquí a la pregunta relativa a la edad en que es conveniente comenzar la iniciación deportiva, expondré a continuación algunas consideraciones relativas a las cuestiones planteadas anteriormente -¿qué iniciación deportiva?, ¿para qué la práctica deportiva?...-, para, después de exponer algunos de los planteamientos al respecto realizados por diversos autores y autoras, tratar de ofrecer una respuesta satisfactoria a tal interrogante desde el marco que aquí se ha adoptado, que no es otro que el de la iniciación deportiva en el ámbito escolar, o bien, el de la iniciación deportiva con un sentido educativo.
2. El propósito de la iniciación deportiva escolar
Empezaré por vincular los posibles beneficios que puedan derivarse del hecho de que la práctica deportiva comience a una u otra edad y tenga uno u otro sentido, con el destinatario de tales beneficios. Aunque en principio pueda parecer gratuito aludir a esta vinculación, los importantes intereses de todo tipo y procedencia que convergen en el mundo del deporte no siempre son coincidentes con los del deportista -ya sea niño o niña, adolescente, hombre o mujer-, hasta el punto de que con cierta frecuencia para satisfacer aquellos se sacrifican estos últimos1. A este hecho no es ajeno el campo de la iniciación deportiva, cuando, por poner un ejemplo, desde determinadas instancias -entrenadores, familiares, clubes...- se inicia en la práctica deportiva a un niño o a una niña en una edad temprana y se fuerza el ritmo del proceso de aprendizaje deportivo y del desarrollo de su condición biológica, con el propósito de que alcance cuanto antes altos rendimientos, lo que anticipará el usufructo de los «beneficios» correspondientes que puedan tener lugar con el pretendido éxito deportivo, sean del tipo que sean.
Me limitaré a apuntar aquí que la idea de «formar campeones», aplicada a niños y niñas, no sólo constituye en la práctica una apuesta arriesgada para la vida futura, como persona, del potencial campeón -que, por otra parte, es quien realmente corre con los riesgos más importantes-, sino que como ideal de vida debe ser cuestionada, máxime cuando se trata de encauzar persuasivamente hacia una forma de vida tal a alguien que, por su corta edad, no es capaz de prever, de imaginarse, y ni siquiera de pensar en las posibles consecuencias e imponderables propios de una decisión de ese tipo.
El modelo que representan en la actualidad las hermanas tenistas Venus y Serena Williams, iniciadas por su padre en el tenis a muy corta edad para hacer de ellas unas campeonas, según se ha indicado a través de los medios de comunicación, conlleva la asunción de muchos e importantes riesgos, en la medida en que dicho modelo no representa sino una de las múltiples caras de un dado movido en gran medida por el azar. Su virtual potencialidad, personificada en ambas hermanas y en su deslumbrante éxito, hace difícil la percepción de otra realidad bien diferente: la de la enorme cantidad de jóvenes que después de haber sido inducidos a pasar muchos años de sacrificio, renuncias y esfuerzo, acaban quedándose en el camino hacia la gloria deportiva y hacia las recompensas económicas por causas muchas veces fortuitas, habiendo cerrado prematuramente importantes puertas que ya no podrán volver a abrir.
Así pues, en lo que se refiere al ámbito escolar, y con respecto la conveniencia de que la iniciación deportiva empiece a una u otra edad, no cabe otra opción, desde un punto de vista moral, que entender que dicha «conveniencia» recae o debe recaer sobre el propio niño o niña que va a ser objeto de una iniciación deportiva. En otras palabras, uno de los criterios que deben predominar, sobre todo2, a la hora establecer una edad para comenzar la iniciación deportiva, es el de salvaguardar los intereses personales, presentes y futuros, de dicho niño o niña (entendiendo tales intereses desde el punto de vista de su desarrollo personal, de su salud y de su calidad de vida, lo que implica que en la determinación del proceso de iniciación deportiva, y en el desarrollo de dicho proceso, se tengan en cuenta aspectos tales como su grado de maduración motriz y psicológica, sus conocimientos y capacidades, sus intereses y ritmos de aprendizaje...). Dicho criterio, además, debería prevalecer no sólo en el ámbito escolar, sino en cualquier ámbito de iniciación y de práctica deportiva.
Por tanto, de acuerdo con lo que se acaba de señalar, es necesario tener presente que la respuesta al «para qué» de la iniciación deportiva debe estar vinculada estrechamente a los intereses personales del niño o de la niña a los que me he referido en el párrafo anterior, por lo que cabe situar la finalidad de la iniciación deportiva en torno a propósitos tales como el desarrollo y mejora de sus competencia motriz y toma de conciencia de la misma, la adquisición de conocimientos, actitudes y valores, la consecución progresiva de autonomía y de capacidad crítica en el marco del aprendizaje y de la cultura deportiva, la promoción de su adecuada integración e interacción social, el incremento de su bienestar personal presente y futuro.... Si bien, como se ha dicho, ello debería ser así en términos generales, sea cual sea el ámbito donde se lleve a cabo la iniciación deportiva, con mayor razón en el caso de la iniciación deportiva que tiene lugar tanto en el marco de las clases de Educación Física (por lo que su finalidad deberá remitirse a los objetivos educativos reflejados en el currículo oficial de dicha asignatura), como en el marco en las actividades extraescolares (debiendo vincularse en este caso la finalidad al Proyecto Educativo del centro escolar donde tengan lugar tales actividades). No puede, no debe ser de otra manera, al menos en el plano teórico, por la propia coherencia que debe darse entre la finalidad que debe guiar cualquier tipo de actividad que se lleve a cabo en la institución escolar (educación) y la naturaleza que posee dicha institución4 (educativa).
En relación con el «qué» de la iniciación deportiva, o, dicho de otra forma, con la idea de deporte en que han de ser iniciados los niños y las niñas, también es preciso hacer algunas consideraciones.
Por un lado, cabe entender la iniciación deportiva como una forma de socialización en una forma de entender y de practicar el deporte, y de disfrutar y de participar en la cultura deportiva (Velázquez Buendía, 2001-c), aspecto que, por otro lado, tendrá repercusiones futuras en las actitudes de los niños y las niñas frente al deporte, a la práctica deportiva y al espectáculo deportivo. Por otro lado, puede considerarse la iniciación deportiva como una parte del proceso educativo general que llevan a cabo unos y otras en la institución escolar, lo que dota a la iniciación deportiva de un carácter instrumental que la convierte en un medio de producir educación.
Tanto desde una perspectiva, como desde la otra, no cabe sino asumir que la idea de deporte en que deben ser iniciados los niños y las niñas en el ámbito escolar remite a una forma de concebir y de practicar el deporte que puede ser caracterizada como lúdica, abierta, moral, saludable, integradora..., donde la competición se concibe como una forma de reto, de superación y de disfrute personal, en la cual la victoria y los resultados forman parte del aliciente de la práctica, y donde su valor está subordinado al de otros aspectos tales como la satisfacción por el esfuerzo, por la calidad de las relaciones afectivas que conlleva la confrontación deportiva, y por la sensación de diversión y bienestar derivados de la propia práctica deportiva. Por otra parte, tal idea de deporte sirve, a su vez, como referente que ayuda a precisar el sentido que adquiere aquí la pregunta que venimos considerado y su respuesta, relativa a la edad a que debe comenzarse la iniciación deportiva (es decir, la iniciación a una forma determinada de entender y de practicar el deporte).
No obstante, el propio planteamiento del proceso de iniciación y aprendizaje deportivo no debe excluir la consideración de que existen otras formas de entender y de practicar el deporte. En efecto, como es bien sabido el deporte y la práctica deportiva también permite satisfacer un campo de intereses (políticos, sociales, económicos...) inicialmente ajenos al propio hecho deportivo, posibilidad que impulsa a las distintas organizaciones y agentes socioeconómicos con capacidad de influencia a instrumentalizar al deporte y a condicionar su imagen, su significado y su sentido, en beneficio de sus intereses. En términos generales, cabe decir que, bajo tal influencia, el deporte se construye y se reconstruye como una práctica utilitaria cuyo valor e importancia tiende a ser expresado en términos de rentabilidad económica, política o simbólica. Surge así otra realidad deportiva caracterizada por rasgos tales como la importancia capital del rendimiento y del resultado de la competición, la subordinación de los medios (reglas de juego, deportividad...) a los fines (obtención de la victoria), la atribución de un valor simbólico a los resultados, la transformación de los equipos deportivos y de los jugadores en representantes portadores de esencias y valores -ya sean de tipo étnico, nacionalista, regional..., o bien de tipo institucional (clubes, colegios...)-, la mercantilización de los deportistas, la segregación por cuestiones de género, de competencia motriz, y, todavía, de origen social... .
Al menos en el ámbito de la iniciación deportiva escolar, el conocimiento de la existencia de esta otra realidad deportiva -entendida como una forma más de entender y de practicar el deporte, pero no más auténtica ni más legítima que las otras-, y su análisis crítico, han de ser contemplados como contenidos de enseñanza que deben constituir una parte de la respuesta al «qué» del aprendizaje deportivo, en coherencia con el componente educativo que debe incorporar la respuesta al «para qué» de la enseñanza deportiva escolar.
Para finalizar este apartado, y en coherencia con lo que en él se ha expuesto, debo señalar que rechazo intencionadamente intentar responder a la cuestión sobre el momento apropiado para comenzar el aprendizaje deportivo cuando el sentido y el propósito de la pregunta tiene que ver con la formación de campeones o con la obtención temprana de altos rendimientos deportivos, si es que fuera posible ofrecer tal respuesta. Por el contrario, me centraré en tratar de dar una respuesta al cuándo de la iniciación deportiva teniendo en cuenta el para qué y el qué de la misma, de acuerdo con lo que considero que son los intereses personales de los niños y niñas y sus necesidades educativas. Ello no debe entenderse como una oposición o un rechazo de lo que constituye la excelencia y el éxito deportivo en sí mismo, sino de los intentos de anticipar o forzar el proceso de aprendizaje deportivo por tales propósitos.
3. La edad apropiada para el aprendizaje deportivo
Hechas las precisiones anteriores, de carácter conceptual y teleológico, sobre la idea de iniciación deportiva que se contempla aquí, y sobre su sentido y finalidad, procede ahora exponer las opiniones de algunos autores que han tratado el tema de la edad en que se puede comenzar el aprendizaje deportivo, desde el punto de vista de los condicionantes cognitivo-motores y socio afectivos.
Para Luis Miguel Ruiz Pérez (1994b:175), a partir de los seis años comienza un periodo apropiado para los aprendizajes práxicos gracias a la maduración del neocórtex, a las experiencias motrices que ya tienen niños y niñas, y a la motivación que manifiestan por aprender. Según este autor, durante los primeros años de esta fase, resalta la gran riqueza de conductas motrices desplegadas, el control motor que poseen unos y otras, y el aumento progresivo de su precisión en los movimientos realizados, en los que se da ya un gran control visual.
Dicho autor, citando a Azemar (1982), señala la importancia que lo cognoscitivo adquiere en los aprendizajes motores infantiles, por lo que puede considerarse como el inicio de un periodo de gestión cognoscitiva de los aprendizajes. Así pues, según Ruiz Pérez, a partir de los seis años de edad puede empezar a tener lugar el aprendizaje de las técnicas corporales y el niño comienza a estar capacitado para recibir parte del patrimonio socio-técnico adulto.
Es bueno mostrar las etapas del aprendizaje motor, con el fin único de desarrollar los elementos estructurales, para conocer la forma en que se desarrollan las habilidades:
Etapas del aprendizaje motor
ETAPA | CONTENIDO |
COGNITIVA | Tarea motriz nueva. |
PREPARATORIA | Planificación de la respuesta |
ACTIVA | Ejecución de la respuesta. |
EVALUATIVA | Resultado |
MNESICA | Reproducción del movimiento. |
En el baloncesto:
Entre los 8 y los 10 años la preparación física irá enfocada exclusivamente a desarrollar motrizmente a nuestros jugadores. Mejorar su percepción espacial y temporal, afirmación de su lateralidad.
En el voleibol
Programa para la preparación técnico táctica en la iniciación del voleibol, categoría 9-10 años Se asumen los criterios para la iniciación deportiva emitidos por Velázquez Buendía (2003) donde destaca que en los juegos deportivos la iniciación en los deportes puede comenzar a partir de los 9 años en adelante.
Patinaje Cada una de ellas específicamente para el salto, aporta su proporción, que permita dese los conocimientos previos la entrenabilidad de este elemento técnico y la forma en que se potencializa.
Patinaje
El desarrollo de las habilidades puede ser explicado desde la perspectiva de varios autores, entre ellos algunos de los mencionados anteriormente. Nosotros hemos querido hacerlo desde la perspectiva de David Gallahue, más concretamente desde la idea que aporta con su gráfico de la “pirámide”.
PATINAJE:
Algunos criterios en cuanto a las Edades para llevar a cabo la Iniciación Deportiva (Adaptado de Filin y Volkov, 1989)
Deportes | Edad de Inicio |
Atletismo | 8 – 11 años |
Baloncesto | 8 – 10 años |
Fútbol | 8 – 10 años |
Gimnasias (Artística y Rítmica Deportiva) | 5 – 7 años |
Natación | 5 – 7 años |
Artes Marciales | 5 – 6 años |
Halterofilia o levantamiento de pesa | 15 - 17 |
Edad de Manifestación de los Máximos Rendimientos: Viene a convertirse en la cima de la pirámide del Proceso de Formación Deportiva, de hecho se constituye en la principal aspiración tanto del deportista como del entrenador, su consecución por lo general conlleva un trabajo de muchos años y sólo se manifiesta cuando están creadas equilibradamente una serie de condiciones desde el punto de vista físico, técnico, táctico, psicológico y teórico, por mencionar sólo las de mayor peso.
A continuación algunos ejemplos que ilustran la relación entre el Proceso de Formación Deportiva y la Evolución de la Edad.
Características Psicomotrices de las Edades (Volkov y Fillin, 1989)
Capacidades | Desarrollo | |
Inicio (edades) | Óptimo (edades) | |
Fuerza | 4 - 5 | 14 - 15 |
Rapidez | ||
Frecuencia máxima de movimiento | 4 - 6 | 7 - 9 |
Velocidad de reacción | 2 - 3 | 9 - 12 |
Velocidad de movimiento | 9 - 13 | 13 – 14 |
Resistencia Anaerobia | 14 - 15 | 16 - 18 |
Aprendizaje | ||
Orientación espacial | 4 - 6 | 7 - 10 |
Movimientos complejos | 9 - 12 | 11 - 14 |
Auto – evaluación | - | 16 – 17 |
Colectivo de Autores. Criterios acerca de las transformaciones psicobiológicas que tienen lugar en la adolescencia y la primera juventud y su relación con la actividad deportiva específica.
Autores | Criterios |
Vygotsky | Durante la adolescencia y la primera juventud se produce un notable avance en la formación y desarrollo de la auto - conciencia. |
Leóntieva | El mayor crecimiento del cuerpo en longitud se alcanza por término medio entre los 17 y 18 años. |
Arshavski | Hacia los 17 años la masa muscular aumenta en forma considerable a través del crecimiento de los músculos en espesor y longitud. Este crecimiento también se manifiesta en las dimensiones absolutas del corazón, posibilitando un mejor aporte sanguíneo a los tejidos de los órganos en funcionamiento. |
Motiliánskaya | La frecuencia cardíaca entre los 17 y 19 años, disminuye atestiguando la adaptación a la carga de entrenamiento. |
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TECNICA Y TACTICA
POR
JORGE IVAN GALINDO ORTEGA
59807
TUTOR
JUAN GUILLERMO
TECNOLOGIA EN ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
SENA 2011
Los términos Estrategia, Táctica y Técnica son de gran importancia y frecuente utilización en el acontecer deportivo actual, sin embargo no siempre se llevan a la práctica de la manera correcta por parte del profesor, entrenador, metodólogo y demás entendidos de la esfera deportiva. Lo que trae consigo una inadecuada proyección de la actividad física practicada inconsciente, que impide el alcance de los objetivos propuestos. En tal sentido el presente artículo pretende dilucidar los diferentes términos a través de propias definiciones, características y ejemplos que permiten comprender muy claramente la esencia de cada término, para posteriormente llevarlos a la práctica con una mayor eficiencia.
Palabras clave: Estrategia, Táctica y Técnica
Uno de los más importantes objetivos que persigue todo entrenador de alguno de los deportes perteneciente a los grupos de Combate o Juego Deportivo, es conseguir un elevado desarrollo del pensamiento táctico de sus practicantes, ya que en la mayoría de los casos, no gana el competidor que posea mayor resistencia, fuerza, rapidez o movilidad articular, como tampoco quien sea capaz de realizar la mejor ejecución técnica desde el punto de vista biomecánico, sino el atleta que sea capaz de percibir las disímiles y variadas situaciones que se presentan durante la competencia, las analice correctamente, y se ejecute el elemento técnico apropiado, valorando su propia condición con relación a la de su contrario.
Sin embargo a pesar de tener bien claro los preceptos anteriores, no se llevan a la práctica de la manera correcta, ya que en ocasiones las definiciones que se asumen de Estrategia, Táctica y Técnica propician la confusión.
Por otro lado, el contenido de la preparación táctica en la práctica se concentran en la realización de una serie de repeticiones técnicas en parejas de ataque y / o contraataque de forma programada y sin ninguna libertad de ejecución por parte de los alumnos.
En este sentido se presenta otro error de interpretación de la táctica, al confundirlo un tanto con lo que se refiere a técnica, ya que algunos piensan que con solo situarse frente a un contrario y realizar trabajos dirigidos están en presencia de un desarrollo táctico, lo cual constituye un error, si es que estamos de acuerdo con las fases de la táctica planteadas por F. Mhalo. En este caso, solo estarían educando percepciones tempo-espaciales, junto a un acumulo de posibles soluciones, pero sin llegar a enseñar la habilidad de percibir las intenciones del contrario, como tampoco la posibilidad de analizar y decidir por sí solo la ejecución técnica más apropiada.
La Táctica
Mientras que la estrategia presupone la actuación de los contrarios, mediante un análisis teórico que permite establecer planes posteriores, la táctica es el conjunto de componentes que se integran para satisfacer toda una serie de situaciones durante los enfrentamientos. La cual está dirigida a la utilización racional de las posibilidades del atleta, y al aprovechamiento total de las deficiencias y errores del contrario.
Definición
La táctica es el proceso en que se conjugan todas las posibilidades físicas, técnicas, teóricas, psicológicas y demás, para dar una solución inmediata a las disímiles situaciones imprevistas y cambiantes que se crean en condiciones de oposición. (Ms.C. Alain Alvarez 2002)
Características de la táctica deportiva
1. Se determina a partir del accionar del oponente.
2. Solo puede ser aplicada por el atleta en condiciones de oposición.
3. La persona que la realiza se relaciona con el oponente.
4. Tiene como finalidad el logro de objetivos parciales, a partir de situaciones.
5. La evaluación se hace a partir de la efectividad lograda.
6. Se pone de manifiesto en los deportes de combate y juegos deportivos.
7. Exige de acciones lógicas, con extrema inmediatez.
Ejemplos
· Pasar el balón a un compañero que no tiene bloqueadores contrarios durante un juego de Voleibol, para que remate.
· El lanzamiento que realiza el receptor al percibir el robo de la segunda base, durante un juego de Béisbol.
· Fingir la imposibilidad de continuar boxeando, después de un golpe claramente intencionado a los testículos.
· Hacer un pase adelantado a un compañero de equipo solo, que se escapa en ofensiva rápida, para que reciba y tire debajo del aro. (Vea la Figura 2.)
La Técnica
Una vez aclarados los términos anteriores, llegamos a la técnica con menos confusiones. La técnica al igual que la estrategia se presenta constantemente en la vida cotidiana. Se puede hablar de la técnica para; bailar, correr, escribir, saltar, etc. Resultando la técnica el medio que concreta la estrategia y la táctica.
Definición.
La técnica se define como la ejecución de movimientos estructurales que obedecen a una serie de patrones tempo-espaciales modelos, que garantizan la eficiencia.
Características de la técnica deportiva.
· Se determina a partir de la estructura funcional modelo.
· Solo puede ser aplicada por el atleta.
· La persona que la realiza se relaciona con factores tempo-espaciales.
· Tiene como finalidad la ejecución de estructuras funcionales.
· La evaluación se hace a partir de la cantidad de errores que se realicen en su ejecución con respecto a la estructura modelo.
· Se ponen de manifiesto en todos los deportes, pero de forma determinante, en los pertenecientes al grupo de arte competitivo (Gimnasia, Nado sincronizado, Patinaje artístico, etc.), ya que todas las ejecuciones técnicas realizadas durante la competición son evaluadas por los jueces, definiendo en gran medida el resultado final de cada competidor. Cosa que no sucede en los restantes deportes.
· Exige de ejecuciones bajo determinado patrón estructural, a diferentes velocidades.
Ejemplo
La realización de elementos técnicos en cualquier deporte, sin que se manifieste la táctica.
Lázaro Lamela (Cuba), ejecutando un elemento técnico, durante los
Juegos Olímpico de Sydney 2000.
Juegos Olímpico de Sydney 2000.
Táctica
Este término, entendido tradicionalmente como algo colectivo, se emplea en el desarrollo de los fundamentos del juego, tanto de los medios individuales como colectivos. Actualmente es uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la enseñanza del deporte bajo el modelo comprensivo, principalmente cuando existe oposición. De forma general podemos comentar que mientras que la técnica se va a relacionar con habilidades cerradas, la táctica la identificamos con habilidades eminentemente abiertas donde el deportista debe ajustar su "actuación” a diferentes problemas que se le van a presentar (Tinning y Siedentop, 1985, citados por López y Castejón, 1997).
· El comportamiento táctico necesita de alternativas de decisión que permitan reaccionar ante comportamientos no esperados.
· El pensamiento táctico supone que el deportista debe saber relacionar sus alternativas de decisión con las de otros, para así optar por la más eficaz.
· La elección a la hora de tomar una alternativa dependerá principalmente de la forma con la que el adversario responda a las acciones del deportista.
· El éxito de la táctica dependerá principalmente de la capacidad de los jugadores para elegir la solución más ventajosa con respecto a los adversarios.
También en este importante concepto podemos sintetizar, resumir y diferenciar entre su realización individual o colectiva:
· La táctica individual será la utilización de un gesto técnico individual (por parte de un solo jugador) de forma inteligente en una situación real de juego (entre otros ejemplos podemos citar: lanzamiento a canasta en una situación de 1x1, lanzamiento de un penalti en balonmano, driblar superando a un oponente en fútbol, etc.).
· La táctica colectiva será la utilización de varios gestos técnicos (por parte de dos jugadores o más) de forma inteligente en una situación real de juego (practicar el fuera de juego en un momento determinado en un partido de fútbol, bloqueo directo en una situación de 2x2 en un partido de baloncesto, etc.).
Técnica
Es quizás el término más empleado en la enseñanza de cualquier deporte. Para poder practicar una modalidad deportiva determinada es necesario conocer las habilidades o fundamentos técnicos específicos de esa modalidad, la técnica deportiva.
Concepto y clasificación. En una primera aproximación, Grosser y Neumaier (1986: 11) definen el concepto de técnica deportiva como "el modelo ideal de un movimiento relativo a la disciplina deportiva”. Para Manno (1991: 233), "la técnica supone un proceso, o un conjunto de procesos, que se aprenden a través del ejercicio, que permite realizar lo más racional y económicamente posible y con la máxima eficacia, una determinada tarea de movimiento o problema motor”. Para este autor, las características de la técnica van a depender del tipo de práctica deportiva que queramos realizar y de los movimientos específicos que vaya a requerir.
El Diccionario de las Ciencias del Deporte (1992: 661), realiza un gran desarrollo del concepto de técnica deportiva. Define a ésta como "una secuencia específica de movimientos o movimientos parciales puestos en práctica para resolver las tareas motrices en las situaciones deportivas”. Aclara que la técnica deportiva es una técnica de movimiento determinada y delimitada por condiciones secundarias específicas del deporte. La mejora de los distintos modelos técnicos específicos de cada deporte va a ser uno de los objetivos del aprendizaje motor, a fin de conseguir actuaciones deportivas mejores. El entrenamiento de la técnica de cada deporte va a contemplar el aprendizaje motriz de la habilidad específica y realizarlo de la forma más económica posible conforme al objetivo planteado.
Una vez definido el concepto de técnica debemos entrar a analizar las diferencias que existen entre realizar los diferentes modelos técnicos de forma individual o de forma colectiva. Así, a partir de todas las definiciones anteriores, podremos decir que:
· La técnica individual es la realización de un gesto deportivo específico por parte de un solo jugador de la forma más correcta posible y sin la influencia de factores que puedan influir en la realización del acto motor (ejemplos: tiro libre a canasta en baloncesto, mortal en gimnasia deportiva o tiro con arco).
· La técnica colectiva será la realización de varios gestos deportivos por parte de un grupo de jugadores de la forma más correcta posible y sin la influencia de factores externos (ejemplos: practicar el fuera de juego durante los entrenamientos sin la presencia de adversarios, practicar los distintos movimientos en un sistema táctico en una situación de 5x5 en baloncesto sin oposición, etc.). Este término no es empleado por muchos autores pero creemos conveniente su utilización para poder establecer un orden o secuencia en la enseñanza de los diferentes aspectos técnico-tácticos del deporte que estemos trabajando.
Durante las primeras etapas de formación debemos insistir en la mejora de los medios técnico-tácticos más importantes de cada modalidad deportiva, pero el proceso que llevemos a cabo debe huir de los planteamientos tan analíticos y aburridos que de forma general han sido utilizados tradicionalmente. Por el contrario, trabajaremos de forma global y conjunta los aspectos técnicos y tácticos más básicos de cada deporte.
Bibliografía
· Alvarez Bedolla A. Definición del Campo Táctico del Taekwondo. Revista Digital http://www.efdeportes.com - Buenos Aires - Año 8 - N° 51 - Agosto de 2002.
· Alvarez Bedolla A., Selección y organización de los contenidos de entrenamiento en Taekwondo para las categorías Juvenil y Mayores. Tesis de Maestría en Entrenamiento Deportivo, La Habana, ISCF "Manuel Fajardo" 2002.
· Dietrich Martín y Col. Manual del Entrenamiento Deportivo. 2001. Pág. 267 - 289.
· Mahlo, Friedrich. La acción táctica en el Juego. Editorial: Pueblo y Educación, La habana, 1983.
· P. A. Rudik. Psicología, Libro de texto. Editorial: Pueblo y Educación, La Habana, 1988.
· P. Degtrariov. Boxeo.
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